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domingo, 1 de junio de 2014

Encontrar apoyo en una persona es algo tan difícil. Encontrar a alguien que te entienda más aún. Encontrar a alguien que sea capaz de cambiarte el ánimo en un par de palabras es casi imposible. Encontrar a alguien que sepa sacar lo mejor de uno mismo sería un sueño. Encontrar a alguien que con sólo una palabra pueda inundarte de calor sería hermoso. Encontrar a una persona que se preocupe por ti incluso más de lo que se preocupa por sí misma es lo que siempre anhelé. Encontrar a una persona que puedes ayudar tanto como ella te ayuda a ti sería tan agradable.

Y creo que la he encontrado.
Pero hay un detalle.
No lo conozco en persona.

¿Es que es realmente posible generar lazos tan fuertes por alguien que jamás hayas conocido? No lo sé. Y tengo miedo. Tengo miedo porque sé que llegará el momento del encuentro, y como ansío ese encuentro dios mío, sé que llegará el día de enfrentar esta relación a la cara... ¿De qué tengo miedo? De que esa chispa que hay por mensajes no sea la misma en persona. De que no exista esa atracción física. Y claramente, de qué sólo yo sienta este flechazo.

Tengo confianza, o más bien quiero tenerla, porque si todo resultara a llegar como pienso… dios, sería el inicio de algo que llevo tanto tiempo anhelando. Algo llamado amor.