Encontrar
apoyo en una persona es algo tan difícil. Encontrar a alguien que te entienda
más aún. Encontrar a alguien que sea capaz de cambiarte el ánimo en un par de
palabras es casi imposible. Encontrar a alguien que sepa sacar lo mejor de uno
mismo sería un sueño. Encontrar a alguien que con sólo una palabra pueda
inundarte de calor sería hermoso. Encontrar a una persona que se preocupe por
ti incluso más de lo que se preocupa por sí misma es lo que siempre anhelé.
Encontrar a una persona que puedes ayudar tanto como ella te ayuda a ti sería
tan agradable.
Y
creo que la he encontrado.
Pero
hay un detalle.
No
lo conozco en persona.
¿Es
que es realmente posible generar lazos tan fuertes por alguien que jamás hayas
conocido? No lo sé. Y tengo
miedo. Tengo miedo porque sé que llegará el momento del encuentro, y como ansío ese encuentro
dios mío, sé que llegará el día de enfrentar esta relación a la cara...
¿De qué tengo miedo? De que esa chispa que hay por mensajes no sea la misma en persona. De que no exista esa atracción
física. Y claramente, de qué sólo yo sienta este flechazo.
Tengo confianza, o más bien quiero tenerla, porque si todo
resultara a llegar como pienso… dios, sería el inicio de algo que llevo tanto
tiempo anhelando. Algo llamado amor.